Igualdad de oportunidades

En el contexto de que todo el mundo está enloqueciéndose con todo eso de la igualdad de género, del fenemismo, etc., quiero hablar de otro tipo de igualdad (o mejor, desigualdad), que es la de oportunidades. Sí, me estoy referiendo al hecho de que por razones sociales, por diferencias en la procedencia, gente que tiene la misma formación, las mismas capacidades y habilidades, recibe diferentes/ o no recibe ciertas oportunidades.

Siempre sabía que la vida no es justa. Ninguna cosa en este mundo es justo, y la igualdad, simplemente no existe, y siempre será un ideal de los soñadores y delusionales, pero es cuando empecé a buscar trabajo y trabajar que me di cuenta de eso más.

Déjame contaros una anécdota, antes de profundizar en el asunto. Estos días mis compañeros del máster están echando sus currículo para la beca de lectorado ofrecido por el Ministerio de Educación y Cultura Español. Es una beca que te envía a un país extranjero para trabajar un año. Puedes elegir el país y recibirás ayudas económicas para viajar al lugar deseado, así como un salario mensual de unos 1300 euros al mes. Entonces, si eliges un país donde el nivel de vida es más bajito, ahorrarás algo después de un año trabajando. ¿Y si no te gusta la experiencia? Después de este plazo siempre puedes volver a tu país y pedir otra beca, o buscar otro trabajo. Suena genial, ¿no? Además, si eliges uno de los países tercermunditas, tendrás menos competitividad. La Universidad de Hanói está en la lista de insitutos que los aspirantes pueden elegir. Y, a pesar de que me encantaría que viajaran a Vietnam a trabajar conmigo, entiendo que nadie lo haría. Vietnam sería su última opción. ¿Por qué un país exótico, pobre, con mucha contaminación y el tráfico caótico, cuando puedes elegir Australia o Estados Unidos? Aún así, no sé por qué, intenté surgerir a un amigo murciano que pidiera el lectorado en Vietnam. Y me contestó “Sí, pero… no estoy listo mentalmente para algo tan… exótico, sabes”. Y a la misma pregunta, mi amiga chilena (que no puede solicitar esta beca porque no es española), contestó:”Yo iría”. Y me respondió con un tono bastante triste, porque su gobierno no ofrece ningún tipo de beca de lectorado para trabajar fuera.

Eso me entristece mucho. No puedo evitar preguntarme por qué es así. Tenemos la misma formación: hemos estudiado la misma carrera universitaria, estamos en el mismo curso de máster, somos igual de capaz de dar clases, ¿pero por qué algunos tienen esta oportunidad (que ni siquieran tomar) y otros no?  Y claro que los que no tienen esta oportunidad incluso están más disponibles y tienen más ganas que sus afortunados compañeros. Entiendo que, en este caso, la beca es del gobierno español, y no es raro que solo ofrezca ayuda a sus ciudadanos, los españoles,… Pero, si miras cualquier oferta de trabajo, el primer requisito será SER ESPAÑOL o RESIDENTE ESPAÑOL. Y luego vienen la formación, la experiencia y todo lo que debería ir adelante.

Algunos me han preguntado qué sería mi plan cuando termine el curso de máster. Y le digo siempre que volveré a Vietnam para trabajar, una parte porque me gusta mi departamento, por otra no tengo otras opciones. ¿Quién contrataría a una vietnamita para enseñar español en otro país extranjero, cuando no faltan nativos quienes pueden hablar perfectamente el idioma sin dar palo al agua?

¿Hasta cuándo se dejará de clasificar a la gente según su nacionalidad? ¿Cuándo se valorará nuestra capacidad primero en vez de nuestro color de piel, o el hecho de que sea nativo/a? Probablemente nunca.

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